miércoles, 8 de mayo de 2013

La Unión Europea lanza un plan para crear la ciudadanía común

Dos de cada tres ciudadanos se sienten europeos, pero solo uno conoce las implicaciones prácticas de serlo. Las enormes trabas que encuentran al ejercer el derecho a la movilidad, una de las señas de identidad de Europa, limitan sus expectativas, especialmente en una situación de crisis. Para eliminar esas barreras y potenciar la adhesión al proyecto comunitario, la vicepresidenta y comisaria europea de Justicia, la holandesa Viviane Reding, ha lanzado un conjunto de medidas destinadas a incentivar el salto de un país a otro. “Europa no es solo el mercado único, la crisis o el euro. Está compuesta de ciudadanos y tenemos que resolver sus problemas”.
Si se trata de aliviar sus preocupaciones, lo primero es luchar contra el desempleo. La falta de planes de estímulo en los países más golpeados por el paro lleva a muchos a emigrar. Para facilitarlo, Bruselas propone extender a seis meses el periodo en que un ciudadano puede cobrar la prestación de su país de origen si se traslada a otro a buscar trabajo.
Tanto esta como las otras 11 medidas que quiere aplicar la Comisión Europea tienen un elemento en común: en realidad ya existen sobre el papel, pero los Estados se resisten a aplicarlas. Ante esa evidencia, Reding insta a los Gobiernos a actuar para recuperar el apego de los ciudadanos por Europa.
La iniciativa llega en un momento en que el euroescepticismo avanza peligrosamente por el continente. El refuerzo de la ciudadanía europea mediante la movilidad entre países despierta recelos en los más contaminados por la eurofobia, con Reino Unido a la cabeza
Aunque Bruselas quiere que las medidas prociudadanía estén aplicadas antes de 2015, la comisaria sabe que hay proyectos más complicados que otros. Entre ellos figura la creación de un marco homogéneo para las prácticas, de forma que los jóvenes tengan un contrato y unos derechos asociados en cualquier país. 
Tampoco será fácil que los Estados accedan a interpretar de forma amplia los derechos de voto. Algunos países (Austria, Dinamarca, Irlanda, Reino Unido, Malta y Chipre) retiran el derecho a participar en las elecciones nacionales a los ciudadanos que llevan un tiempo residiendo en otro país, aunque tampoco puedan elegir al Parlamento del Estado al que han emigrado. En otros casos, Bruselas ha abierto procedimientos por no dejar a los extranjeros presentarse a los comicios.
Reding quiere, por ejemplo, que los Estados reconozcan las inspecciones técnicas de vehículos en todos los países miembros. Y que los discapacitados no tengan que acreditar su condición en su nuevo destino para recibir asistencia.
Esta aplicación depende de la voluntad de los estados.
Viviane Reding, vicepresidenta y comisaria de Justicia.

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